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Wednesday, July 06, 2022

Te ofrezco

 VV1

Te ofrezco más letras que pasarás por alto. Las suelto para que las recibas aunque sea el viento quien las cobije con su finitud pasmosa. Te ofrezco mi humillación aunque hasta a ella la ignores. 

Tuesday, February 23, 2021

Espera infundada

Anclado a una idea que perpetúa la pausa: un no lugar, sitio edificado en el vacío. Llamada que no llega, mensaje no recibido. Pensamiento no correspondido.

Si alguna vez, incluso accidentalmente, aparezco como intruso en tu mente, te desprendes y sigues. El deseo, si existe, es esquivado con magistral habilidad de tu parte. Letras dispersas que recobran potencia: llegas, te vas y quedan textos en el camino.

¡Qué paradoja! Tu anunciado esfuerzo por limpiar tus energías impide conectarte con las de otro. Otro: yo. Mientras te afincas en explorar tu sentir más nos alejamos. Mientras te buscas yo me pierdo en el proceso. Mientras me pierdo encuentro que contigo no puede ser. Tú y yo inexistente, alianza derrotada. Distancia creciente, espera infundada.

Monday, May 06, 2019

Buen viaje, tío Alberto

Buen viaje, tío Alberto

Me exponías, con suma fluidez, sobre Humanista y Cognitiva, además de las posturas filosóficas que sustentaban cada perspectiva, cuando yo iniciaba en el mundo de la psicología. Fuiste, por ahora, el único por fuera de ese campo al que escuché hablar con tal propiedad del tema. El único no formado en la academia con ese nivel de conocimiento alcanzado en el autoaprendizaje, si existe tal. Siempre leyendo. En el ejercicio de evocar acudo a la infancia y hay una imagen recurrente: vos ahí, sentado, con un libro de física cuántica, otro de astronomía. Algunas ideas de conspiraciones que me siguen sonando ilusorias, pero no por ello despojadas de magia y amparadas en una fértil imaginación. Esa misma pose que tuviste en tus últimos tiempos: rascando tu barba y bigote, casi sin hablar, con una postura reflexiva propia de cualquier pensador de antaño. ¿A dónde acudía la llamada mente, ahora en ausencia de textos? Quizás transitabas las líneas antiguas, repasabas autores mientras tus ojos permanecían cerrados. Rascada de bigote cual compulsión, en una búsqueda incesante de remediar el mal causado, supongo ahora en un afán de interpretar, de sobreinterpretar tal vez.

Hombre de contrastes, de claros y oscuros. Sin matices, apuntando a extremos, con el exceso puesto a su servicio. Sujeto capaz de reflexionar sobre el ser con la mayor sensatez, al tiempo de dotado con la potencia suficiente para autodestruirse y, de paso, a otros.

Esa relación simbiótica, que bien podría patologizar cualquier psicólogo clínico sin requerir de evaluaciones profundas, no daba cabida para que alguno de los dos viviera sin el otro. Si existe un lugar al que se llegue al dejar el cuerpo allá están, de nuevo, cual unidad inseparable. Sabíamos que tras la muerte de mi abuela pronto partirías.

Buen viaje, tío Alberto.